Hoy en clase, mientras venía la profesora, no he podido evitar mirar por la ventana con nostalgia.
Todavía me queda un mes en ese lugar, pero ya me parece haberme marchado, siento que el fin se acerca. Sé que tan sólo son unas paredes, una clase, un instituto... Pero ha sido mi segunda casa durante 6 años. He cambiado y aprendido más que en ningún otro sitio. Toda mi vida gira entorno a ese lugar, que unas veces tanto odio y otras veces tanto quiero.
No puedo evitar pensar cuándo será la última vez que lo pise. O cuánto tiempo tardaré en volver, si es que vuelvo. Tantas emociones, tantos recuerdos y experiencias que tal vez nunca volveré a vivir... ¿Cómo es posible que el resto de gente se desprenda tan fácilmente de todo ello?
Sé que soy especialmente sensible con este tipo de cosas, pero... No lo puedo entender.
Llevo desde el primer año que estuve en el instituto mirando con melancolía cada clase en la que he estado. Al final de curso siempre me quedaba la última adrede para poder contemplar la habitación durante el tiempo que se me permitiese. Y a veces no podía evitar que una lágrima se escapase de mis ojos.
¿Es que acaso nadie más lo ve? ¿Nadie más va a echar de menos todo esto?
Cuando estaba en mi primer año, miraba hacia arriba y veía las ventanas de "los mayores", los de último curso. Me preguntaba cómo sería yo 6 años después.
Y casi sin tener tiempo para darme cuenta, aquí estoy, en la recta final de este extraño y fascinante período de mi vida.
Una parte de mi ser quiere continuar avanzando para poder descubrir qué me depara el futuro. Pero la otra... No quiere, no puede asimilar que todo esto se esté acabando. No podré volver el año que viene a clase y reír con las historias de verano de mis compañeros de clase. Ni ver como poco a poco todos vamos creciendo, cambiando, haciéndonos mayores.
Mi alma llora, y nadie más parece entenderlo.
Tal vez se referían a esto cuando decían "dejar atrás el pasado es difícil, pero hay que hacerlo".
No creo estar preparada para abandonar todo aquello en lo que se basa la mayor parte de mi vida pero... ¿Acaso alguna vez se está del todo listo?